17:00 del viernes, empiezan los preparativos. Quedo en la tienda Singular Bike con mi amigo Pedro Julian. Vamos para la pista a prepararlo todo, restan 30 minutos para las 19:00, me tumbo un poco en la furgoneta mi empiezo a mentalizarme. El goteo de aficionados es constante. Me visto y voy para la pista a falta de 10 minutos, y visualizo todo el material para ver que este todo correcto.
19:00 del viernes, toco el suelo, me despido de el y arranca el desafío 24H Non Stop. Las dudas se disipan, y como un libro abierto empiezo a ver poco a poco el desenlace mas cerca.
Las primeras horas pasan genial, con un leve aire, que al llegar la oscuridad cederá para hacerme sentir genial. La temperatura es buena, el ritmo el deseado, las sensaciones indescriptiblemente positivas, rodando a 32,3km/h y bajando 0,1km/h cada hora tal y como tenia previsto. Pero claro, toda historia tiene un nudo, y en mi caso muy largo.
Al culminar las 5 horas de evento, es decir a las 00:00, se levanta un aire del este brutal, racheado, aunque muy molesto, se que la clave para no sucumbir a el es no pensar en el.

Llega la hora 18, con 501 km, 28,1km/h de media, 128 pulsaciones, 6400 calorías y 32 ºC, toca parada, pero las piernas no responden, me bajan de la bicicleta casi a hombros. Los últimos 30 minutos han sido demoledores para mi. Realizo una parada entorno a 10 o 15 minutos, como algo solido, cansado de tanto batido y tanto gel. Me veo mal, muy mal, no quiero mirar para abajo, pero me indican que las rodillas están feas, muy feas. Me dicen "Marc, están fuera de lugar" pero sigo, no puedo detenerme ahora y abandonar, debo seguir me digo a mi mismo.
Inicio de nuevo la marcha, con un ritmo mas constante,

noto el tacto de sus manos. Me alimento, bebo agua, minuto a minuto voy recuperando un poco el sentido, cada vez noto mas el dolor de piernas, me hacen daño, mucho daño, pero es lo que tengo que sentir, es una buena señal. Recuerdo un momento, en el que me colocan de nuevo las rotulas en su sitio, siento un chasquido, acompañado de un sonido interno agudo que retumba por todo el cuerpo. Pasan unos 15 minutos, y vuelvo a subir a la bici, y, magia? Vuelvo a rodar a 30, 32km/h, como si no hubiera pasado nada. Me siento genial, bueno, todo lo genial que se puede sentir unos después de llevar dando vueltas durante 22 horas. Las gradas empiezan a llenarse y llenarse, no cesa el goteo de ciclistas que entran a la pista. Todo son ánimos, llega la cuenta atrás, ultima hora. Intento subir kilometros para pasar de los 600. Van pasando los minutos, aunque a cada uno peor, me siento vivo, feliz de mi mismo, a falta de 10 vueltas, mis compañeros hacen dos filas detrás mio. Me siento enorme, empiezo a comprender la dimensión de lo conseguido. Llega la ultima vuelta, la doy solo, se me caen las lagrimas, mis compañeros esperan en linea de
meta en formación de flecha. Todo el mundo empieza a aplaudir, mi hermano es el primero que me coge, me abraza, seguido de mi familia, novia, amigos, conocidos, desconocidos. Entonces entiendo verdaderamente que lo he conseguido, que da igual el viento, que da igual el dolor, todo es pasajero salvo ese momento que perdurara siempre. Se acerca la cámara, me pone el micro, la gente deja de aplaudir, se hace el silencio... digo algo tan que así "Quiero agradecer este momento, esto no seria posible sin vosotros..." rompo a llorar, la gente vuelve a aplaudir, que momento mas grande me digo a mi mismo. "gracias por hacer esto posible, sois parte de esto, sin vuestro apoyo jamas hubiera conseguido algo así" continuo diciendo... "gracias por darme fuerzas y seguir adelante, yo soy el que pedalea, pero vosotros los que habéis conseguido esto." Sin duda es el momento mas feliz de mi vida, mi principal objetivo se ha cumplido, dar a conocer este deporte, y animar a los jóvenes a que lo practiquen. Todo a sido un éxito, cierto que el viento racheado de 36km/h de media durante 19 horas sin parar de soplar ha sido malo, me ha bajado la media muchísimo, pero he conseguido derrotarlo y triunfar una vez mas sobre el exigente pavimento de la pista cicloturista.
Los resultados finales han sido, 1600 vueltas, 634km, 26,42km/h de media, 127 pulsaciones, casi 10.000 calorías y una temperatura media final de 33ºC y 3er Español en conseguir 24 horas en velódromo.
Solo resta dar las gracias a todos los que han hecho esto posible, aficionados al ciclismo que pasaron a animar, gente que vino a dar vueltas junto a mi, amigos, familia, y patrocinadores. Sin todos ellos, que desde el minuto -1 hasta el final han estado conmigo, confiando en mi a cada momento, sin abandonarme, creyendo en mi.
Gracias a todos y cada uno de vosotros, esto va por ustedes señores!
Nos vemos el próximo año con mas y mejores experiencias.