Blog con parte de mi trayectoria deportiva, desde el principio en septiembre de 2010 hasta la fecha.

lunes, 18 de agosto de 2014

24H Non Stop Velódromo


17:00 del viernes, empiezan los preparativos. Quedo en la tienda Singular Bike con mi amigo Pedro Julian. Vamos para la pista a prepararlo todo, restan 30 minutos para las 19:00, me tumbo un poco en la furgoneta mi empiezo a mentalizarme. El goteo de aficionados es constante. Me visto y voy para la pista a falta de 10 minutos, y visualizo todo el material para ver que este todo correcto. 
19:00 del viernes, toco el suelo, me despido de el y arranca el desafío 24H Non Stop. Las dudas se disipan, y como un libro abierto empiezo a ver poco a poco el desenlace mas cerca.
Las primeras horas pasan genial, con un leve aire, que al llegar la oscuridad cederá para hacerme sentir genial. La temperatura es buena, el ritmo el deseado, las sensaciones indescriptiblemente positivas, rodando a 32,3km/h y bajando 0,1km/h cada hora tal y como tenia previsto. Pero claro, toda historia tiene un nudo, y en mi caso muy largo.
Al culminar las 5 horas de evento, es decir a las 00:00, se levanta un aire del este brutal, racheado, aunque muy molesto, se que la clave para no sucumbir a el es no pensar en el.
La media baja 1,5km/h cada dos horas. La noche empieza a apoderarse de mi. Todo el esquema que tenia preparado empieza a cambiar, por suerte en las gradas no cesan el goteo de aficionados, y a mi lado avanzan imparables multitud de ciclistas que consiguen evadirme un poco de la realidad y seguir hacia el primer objetivo, la primera parada de las 5:00. La cosa no va mal de todo, llevo 307km, 30,7km/h, pulso 135, 4000 calorías y 21ºC. La parada va bien, el dolor de piernas empieza a surgir, toca masaje, comer algo solido revisar la bicicleta y seguir. Los 15 minutos de parada hacen que baje un poco la media, así que vuelvo a rodar rápido hasta que amanece, con la esperanza de que el sol se lleve ese molesto viento racheado de 32km/h. Pero no es así, dan las 7:00, las 8:00 y no hace mas que subir. Los compañeros me animan, "Vamos Marc, a las 11:00 dan que bajara a prácticamente 0Km/h". Asique sigo, mentalizando mi próxima parada a las 9:00, con 407km y 29km/h de media, el pulso baja a 131, síntoma evidente que algo pasa en las piernas, y no bueno. Parada similar a la primera, no llega ni a 10 minutos, y a seguir. Pero se que algo no va bien, es una sensación muy extraña, mi pulso es bajo, tengo fuerzas para ir mas rápido, pero mis piernas no quieren responder a mi voluntad. Llega el primer bajón emocional de la prueba. El aire aumenta a 38km/h, empieza a bajar la velocidad y con ella mi cabeza. El pedaleo es tosco, ineficaz, absurdo. Rodando a 20km/h, miro a mi alrededor y digo "Esto es absurdo, ir así no tiene ningún merito." Mis compañeros se alarman, me indican que si tiene sentido, llevo 15 horas dando vueltas, de las cuales 10 con un aire increíble, el merito es enorme y merece la pena seguir. Pues bien, reacciono a esas palabras y no paro, sigo adelante, aumentando un poco la media, encontrando un pedaleo con muy poca cadencia que me permite mantener una especie de ritmo medio eficaz. El mayor enemigo de la larga distancia sin duda son los cambios de ritmo, las piernas quieren una constancia de cadencia y fuerza, y en mi caso, a cada vuelta de 40 segundos pasaban por 4 tipos diferentes de cadencia y fuerza de pedaleo.
Llega la hora 18, con 501 km, 28,1km/h de media, 128 pulsaciones, 6400 calorías y 32 ºC, toca parada, pero las piernas no responden, me bajan de la bicicleta casi a hombros. Los últimos 30 minutos han sido demoledores para mi. Realizo una parada entorno a 10 o 15 minutos, como algo solido, cansado de tanto batido y tanto gel. Me veo mal, muy mal, no quiero mirar para abajo, pero me indican que las rodillas están feas, muy feas. Me dicen "Marc, están fuera de lugar" pero sigo, no puedo detenerme ahora y abandonar, debo seguir me digo a mi mismo. 
Inicio de nuevo la marcha, con un ritmo mas constante, 
no pienso en nada, solo en mi siguiente parada a las 17:00. Los minutos parecen horas, no se donde estoy, solo me posiciono al ver las gradas, luego todo esta difuso, casi como en un sueño. El tiempo no avanza, la velocidad empieza a descender brutalmente, el aire sigue azotando sin piedad ninguna, el calor aumenta hasta casi los 40 ºC. Recuerdo que le digo a mi hermano " Josep, cambiamos la parada a las 16:30 y decirle a Julian que venga por favor." Julian es el padre de dos de mis amigos y un excelente masajista. Llegan las 15:30, ya no soy persona, no avanzo, cada vez voy mas despacio, ruedo con tres o cuatro personas, me animan, "Vamos Marc, no puedes detenerte ahora", " Si no te desmayas tienes que seguir". Las piernas no funcionan, literalmente, tiro de riñones para poder dar una pedalada, luego otra, la vista se nubla, me desoriento, no se nada, y nada es nada. Llega un momento que ni siento el dolor de culo, de rodillas, de manos, de pies, no siento nada. Ruedo a velocidad de mantener el equilibrio, recuerdo de ver algún momento 14km/h, hasta que una voz me dice, "Marc, venga va, parada, que esta aquí Julian, solo te quedan dos horas y media". Me bajan de la bici y me tumban en una camilla. Todo es muy raro, veo dos personas masajeandome las piernas, pero apenas
noto el tacto de sus manos. Me alimento, bebo agua, minuto a minuto voy recuperando un poco el sentido, cada vez noto mas el dolor de piernas, me hacen daño, mucho daño, pero es lo que tengo que sentir, es una buena señal. Recuerdo un momento, en el que me colocan de nuevo las rotulas en su sitio, siento un chasquido, acompañado de un sonido interno agudo que retumba por todo el cuerpo. Pasan unos 15 minutos, y vuelvo a subir a la bici, y, magia? Vuelvo a rodar a 30, 32km/h, como si no hubiera pasado nada. Me siento genial, bueno, todo lo genial que se puede sentir unos después de llevar dando vueltas durante 22 horas. Las gradas empiezan a llenarse y llenarse, no cesa el goteo de ciclistas que entran a la pista. Todo son ánimos, llega la cuenta atrás, ultima hora. Intento subir kilometros para pasar de los 600. Van pasando los minutos, aunque a cada uno peor, me siento vivo, feliz de mi mismo, a falta de 10 vueltas, mis compañeros hacen dos filas detrás mio. Me siento enorme, empiezo a comprender la dimensión de lo conseguido. Llega la ultima vuelta, la doy solo, se me caen las lagrimas, mis compañeros esperan en linea de
meta en formación de flecha. Todo el mundo empieza a aplaudir, mi hermano es el primero que me coge, me abraza, seguido de mi familia, novia, amigos, conocidos, desconocidos. Entonces entiendo verdaderamente que lo he conseguido, que da igual el viento, que da igual el dolor, todo es pasajero salvo ese momento que perdurara siempre. Se acerca la cámara, me pone el micro, la gente deja de aplaudir, se hace el silencio... digo algo tan que así "Quiero agradecer este momento, esto no seria posible sin vosotros..." rompo a llorar, la gente vuelve a aplaudir, que momento mas grande me digo a mi mismo. "gracias por hacer esto posible, sois parte de esto, sin vuestro apoyo jamas hubiera conseguido algo así" continuo diciendo... "gracias por darme fuerzas y seguir adelante, yo soy el que pedalea, pero vosotros los que habéis conseguido esto." Sin duda es el momento mas feliz de mi vida, mi principal objetivo se ha cumplido, dar a conocer este deporte, y animar a los jóvenes a que lo practiquen. Todo a sido un éxito, cierto que el viento racheado de 36km/h de media durante 19 horas sin parar de soplar ha sido malo, me ha bajado la media muchísimo, pero he conseguido derrotarlo y triunfar una vez mas sobre el exigente pavimento de la pista cicloturista.

Los resultados finales han sido, 1600 vueltas, 634km, 26,42km/h de media, 127 pulsaciones, casi 10.000 calorías y una temperatura media final de 33ºC y 3er Español en conseguir 24 horas en velódromo.

Solo resta dar las gracias a todos los que han hecho esto posible, aficionados al ciclismo que pasaron a animar, gente que vino a dar vueltas junto a mi, amigos, familia, y patrocinadores. Sin todos ellos, que desde el minuto -1 hasta el final han estado conmigo, confiando en mi a cada momento, sin abandonarme, creyendo en mi. 
Gracias a todos y cada uno de vosotros, esto va por ustedes señores!
Nos vemos el próximo año con mas y mejores experiencias.